Abundancia
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Con orígenes en el budismo, la meditación a pie, o Kinhin, es una técnica de meditación que consiste en caminar mientras se medita. Aunque esta práctica comienza tradicionalmente antes o después de la meditación sentada, los practicantes la utilizan ahora como una forma activa de incorporar la atención plena a la vida cotidiana. Los resultados de la práctica frecuente ayudan a sentirse enraizado y equilibrado.
Mientras que la mayoría de las técnicas de mindfulness requieren estar sentados sin moverse, la caminata consciente implica mover el cuerpo y trabajar para unir cuerpo y mente para lograr el equilibrio emocional y físico. Al coordinar todos los aspectos del ser, las personas pueden lograr una mayor conciencia para mejorar el control de sus sentimientos, acciones y pensamientos. Esto ayuda a las personas a responder a las situaciones de la vida diaria sin impulsos. Para aquellos que tienen dificultades para sentarse quietos durante las prácticas de mindfulness, la meditación consciente al caminar es una gran alternativa.
Aunque la vida cotidiana tiene un aspecto diferente para cada persona, la meditación caminando es una práctica ideal para incorporarla a la actividad regular, incluso con una agenda apretada, incorporándola a la rutina diaria. Una caminata matutina puede realizarse mientras se camina hacia el coche, en el parque, de camino al trabajo o en cualquier otro lugar donde comience el día. Para obtener los mejores resultados, los practicantes deben participar en la meditación de caminata consciente de forma regular.
La práctica frecuente de la meditación a pie tiene muchos beneficios para el bienestar humano. Algunas de las mejoras físicas y mentales que los practicantes suelen experimentar son:
Un estudio controlado y aleatorizado probó la meditación a pie como intervención para pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Los resultados mostraron mejoras significativas en la calidad de vida y la salud mental del grupo que caminó durante tres meses, en comparación con los que no participaron. Esto demuestra que puede utilizarse para mejorar el bienestar biofísico de los pacientes.
Un estudio probó los resultados de la meditación caminando en individuos con diabetes tipo 2. Los resultados mostraron una mejora significativa del ritmo cardíaco, la presión arterial y la regulación de la glucosa. Se recomienda a quienes deseen obtener este beneficio que practiquen la caminata consciente durante 30 minutos al día, tres veces a la semana durante 12 semanas.
La meditación caminando reduce los sentimientos de estrés para calmar la mente. La participación en un estado mental positivo permite a los practicantes sentir una mayor sensación de paz y felicidad.
En un estudio, un grupo de personas que experimentaban altos niveles de estrés psicológico participaron en ocho sesiones de caminata consciente durante un período de cuatro semanas. Al final del ensayo, se produjo una reducción drástica de los síntomas de estrés físico y un aumento significativo de su calidad de vida.
La investigación de un estudio de 2019 sugiere que la meditación caminando tiene un efecto positivo en la calidad de nuestro sueño. Consigue que la mente camine con nosotros, combinando la actividad física con el ejercicio mental.
Un estudio con mujeres mayores de 2019 descubrió que la meditación al caminar mejora la conciencia y la coordinación del tobillo para favorecer el equilibrio. Con esto, se puede utilizar como una forma alternativa de entrenamiento y ejercicio para promover el equilibrio mientras se envejece.
Antes de empezar, asegúrate de que tienes espacio suficiente. Recuerde que si está al aire libre, puede seguir caminando en una sola dirección, mientras que si opta por caminar en el interior, es probable que tenga que ir de un lado a otro.
Estos son los seis sencillos pasos para practicar la meditación caminando:
1. Comienza eligiendo un pie para empezar. Levante un pie, muévalo por el espacio y colóquelo con cuidado en el suelo delante de usted. Siente las sensaciones de cada parte de este proceso desde el talón hasta la punta del pie, y repite con el otro pie.
2. Asegúrate de caminar con intención. Es fácil caer en el piloto automático al caminar, y hacerlo con intención puede resultar extraño al principio. Supera esta situación y sé consciente de la tarea que tienes entre manos. Camina con libertad pero con conciencia.
3. Permítase notar. Toma conciencia de que tus pies tocan el suelo y presta atención a las sensaciones físicas que recorren tu cuerpo con cada paso. Esto te ayudará a entrar en el momento presente mientras tu cuerpo se mueve. Simplemente reconoce estas sensaciones mientras caminas sin juzgarlas.
4. Siente tu entorno. Observa ampliamente el entorno que te rodea. Basta con notar el aire caliente que toca tu piel, el piar de los pájaros, el sonido de las calles de la ciudad o el viento que sopla, y prestar atención a estos pequeños detalles te ayudará a caminar con atención.
5. Observa cuando tu mente se desvía. Si tu mente se desvía, vuelve a prestar atención a cómo se sienten tus piernas y tus pies al hacer contacto con el suelo. Con la práctica regular de la meditación, esto será más fácil. A lo largo de la experiencia física, caerás más profundamente en el estado meditativo
Si te cuesta entrar en el momento presente, prueba a descargarte una meditación guiada a pie en tu teléfono.
La meditación de atención plena tiene muchos beneficios, tanto físicos como mentales. Es una meditación de atención plena cómoda de incorporar a la vida diaria, por lo que es ideal para quienes tenemos una agenda muy apretada.
Además, se recomienda que los practicantes experimentados lo practiquen antes o después de la meditación sentada, conectando eficazmente la mente, el cuerpo y el alma para lograr una coordinación completa.
No se trata de lo rápido o lo lento que camines, sino de qué ritmo te mantiene más presente. Ten en cuenta tu ritmo y recuerda que variará de una persona a otra. Juega con él e intenta no centrarte demasiado en tu velocidad.
Para obtener los mejores resultados, deberías intentar incorporar a tu rutina diaria al menos 10 minutos de meditación a pie.
La meditación caminando tiene varios nombres, algunos de los más comunes son kinhin y mindful walking.
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