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Qué es la teoría polivagal

Última actualización: 13-abr-2024 7:46:19

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La teoría polivagal es un conjunto de ideas evolutivas, neurológicas y psicológicas sobre el papel del nervio vago en la regulación emocional, las conexiones sociales y las respuestas al miedo. Propone que la evolución del sistema nervioso autónomo de los mamíferos proporciona los constructos para los comportamientos adaptativos.

¿Qué es la teoría polivagal?

Introducida por Stephen Porges en 1994, esta teoría propone que el nervio vago regula las emociones, las conexiones sociales y las respuestas al miedo.

Sugiere que el sistema nervioso parasimpático tiene tres respuestas: la de reposo y digestión y la de lucha o huida y el sistema de compromiso social, un estado híbrido de activación y calma que permite las interacciones sociales.

El nervio vago se divide en dos ramas: el "sistema vagal ventral", que favorece los comportamientos de compromiso social, y el "sistema vagal dorsal", que favorece los comportamientos de inmovilización, incluidos tanto el "reposo y digestión" como la inmovilización defensiva o "desconexión".

La teoría polivagal propone que el nervio vago, el nervio craneal más largo del cuerpo, es crucial en la regulación de diversas respuestas fisiológicas y emocionales.

Sugiere que el nervio ha evolucionado para adaptarse a distintas situaciones ambientales y sociales y que lo hace activando distintas ramas del sistema nervioso parasimpático.

Al activar el "sistema de compromiso social" a través del sistema vagal ventral, las personas pueden sentirse seguras y conectadas con los demás.

Por el contrario, el sistema vagal dorsal desencadena comportamientos de inmovilización cuando se sienten amenazados o abrumados.

Comprender el papel del nervio vago y sus diferentes ramas puede ayudar a los médicos a desarrollar tratamientos más eficaces para los problemas de salud que se centran en los procesos fisiológicos subyacentes.

Las tres ramas del sistema nervioso parasimpático

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La teoría propone que el sistema nervioso parasimpático, que tradicionalmente se considera que tiene dos ramas -la respuesta de"descanso y digestión" y la respuesta de "lucha o huida"- en realidad tiene una tercera respuesta llamada "sistema de compromiso social".

Esta respuesta se activa cuando son necesarias la interacción social y la comunicación.

El "sistema de compromiso social" se apoya en el sistema vagal ventral, una rama del nervio vago responsable de regular diversos comportamientos sociales, como las expresiones faciales, la entonación vocal y el contacto visual.

Este sistema ayuda a las personas a sentirse seguras y conectadas con los demás y se asocia con emociones positivas como la alegría y el amor.

Por otro lado, el sistema vagal dorsal, otra rama del nervio vago, desencadena conductas de inmovilización, como la congelación o el "apagado".

Este sistema se activa cuando un individuo se enfrenta a una situación que pone en peligro su vida y necesita conservar energía o se siente abrumado y necesita apartarse del entorno.

La teoría polivagal sugiere que un desequilibrio en la activación de estas distintas ramas del sistema nervioso parasimpático puede provocar diversos problemas de salud, como ansiedad, depresión y trastornos relacionados con traumas.

Al comprender cómo funciona el nervio vago y cómo responde a las distintas señales sociales y ambientales, los médicos pueden desarrollar tratamientos más eficaces dirigidos al proceso neural fisiológico subyacente.

Anatomía del sistema polivagal

La teoría polivagal se centra en la organización anatómica y funcional del sistema nervioso autónomo, en particular el papel del nervio vago en la modulación de nuestro estado fisiológico y las respuestas del sistema nervioso.

La teoría sugiere que el nervio vago tiene tres circuitos neuronales que regulan la reactividad adaptativa dependiente del compromiso social y del complejo vagal dorsal.

El complejo vagal ventral apoya las estrategias de defensa, el comportamiento social y la conciencia.

La teoría polivagal identifica los fundamentos neurofisiológicos de afecciones como los trastornos psiquiátricos y tiene implicaciones clínicas para comprender y tratar las afecciones relacionadas con el estrés.

El nervio vago, o nervio vagal, proporciona información sensorial procedente de los órganos viscerales y regula el estado fisiológico del organismo, especialmente del córtex.

En general, la teoría polivagal ofrece una explicación neuronal del imperativo biológico de los comportamientos de compromiso social y pone de relieve la herencia evolutiva.

Fisiología del sistema polivagal

El sistema de compromiso social está en la cima de la jerarquía, mediado por el nervio vago ventral.

Este nervio es responsable de nuestra capacidad para relacionarnos con los demás en las interacciones sociales y se activa durante los momentos de seguridad y relajación.

El nervio vago ventral regula muchas funciones fisiológicas, como la variabilidad del ritmo cardíaco, la arritmia sinusal respiratoria y los procesos digestivos.

Por debajo del sistema de compromiso social se encuentra el sistema nervioso simpático, responsable de la respuesta de "lucha o huida".

Este sistema se activa en respuesta a amenazas o factores de estrés percibidos, y prepara al organismo para la acción aumentando la frecuencia cardiaca, la presión arterial y la respiración.

En la parte inferior de la jerarquía se encuentra el complejo vagal dorsal, mediado por el nervio vago dorsal.

Este nervio regula las funciones fisiológicas básicas del cuerpo, como la respiración y la digestión, y se activa durante la inmovilización o la parada.

Comprender los tres estados del sistema polivagal

La teoría, desarrollada por el Dr. Stephen Porges, propone que el sistema nervioso autónomo comprende tres estados distintos, cada uno asociado a respuestas fisiológicas y conductuales específicas.

Estos estados se rigen por diferentes ramas del sistema nervioso, incluidos los sistemas nervioso simpático, parasimpático y autónomo de los mamíferos.

La primera etapa del Sistema Polivagal es la respuesta de inmovilización, conocida como "congelación".

Esto ocurre cuando el sistema nervioso autónomo de los mamíferos detecta peligro y desencadena una reacción para inmovilizar al individuo con el fin de minimizar la posibilidad de ser detectado por un depredador.

El complejo vagal dorsal provoca una disminución de la frecuencia cardiaca, y la presión arterial regula esta respuesta.

La segunda fase es la respuesta de activación simpática conocida como "lucha o huida".

Esta respuesta se desencadena cuando el sistema nervioso detecta una amenaza y prepara al individuo para luchar o huir.

El sistema nervioso simpático es el responsable de esta respuesta, lo que provoca una alteración del ritmo cardiaco, denominada arritmia sinusal respiratoria, y una alteración de la tensión arterial.

La tercera etapa es la respuesta de compromiso social, "descansar y digerir".

Esta respuesta está regulada por el complejo vagal ventral y se asocia a sensaciones de seguridad y tranquilidad.

El complejo vagal ventral y las vías vagales regulan el sistema nervioso parasimpático, lo que se traduce en una disminución de la frecuencia cardíaca y la presión arterial.

La teoría polivagal y el sistema nervioso

La teoría polivagal y el sistema nervioso

La teoría polivagal es una perspectiva relativamente nueva en neurociencia que nos ayuda a comprender mejor cómo responde el sistema nervioso al estrés y al trauma.

Destaca la importancia del sistema nervioso autónomo, en particular el nervio vago, en la regulación de nuestros estados fisiológicos y emocionales.

Si comprendemos la perspectiva polivagal, podremos comprender mejor cómo respondemos al estrés, cómo mejorar nuestra regulación emocional y cómo promover una mayor resiliencia ante la adversidad.

La teoría polivagal también se ha utilizado para explicar los mecanismos subyacentes de trastornos del desarrollo como el autismo.

La teoría sugiere que las alteraciones del sistema nervioso social pueden contribuir a las dificultades en el comportamiento social y en la interacción y comunicación características de estos trastornos.

  • Respuesta simpática: Se refiere a la activación del sistema nervioso simpático, parte del sistema nervioso autónomo. En la teoría polivagal, la activación simpática se asocia a la respuesta de lucha o huida y suele considerarse una respuesta a la percepción de peligro.
  • Respuesta parasimpática: Se refiere a la activación del sistema nervioso parasimpático, que también forma parte del sistema nervioso autónomo. En la teoría polivagal, la activación parasimpática se asocia con el sistema de compromiso social integrado y suele considerarse una respuesta a los sentimientos de seguridad y conexión.

Historia evolutiva del sistema polivagal

La teoría polivagal sugiere que el sistema nervioso autónomo (SNA) es el resultado de la evolución, siendo más primitivas las partes del SNA conservadas filogenéticamente más antiguas y más avanzadas las que han evolucionado más recientemente.

La teoría propone que el SNA de los vertebrados evolucionó en tres etapas, cada una de ellas basada en la anterior.

La primera etapa implica la evolución del complejo vagal dorsal (CVD).

El DVC es responsable de los comportamientos de inmovilización y parada en respuesta a las amenazas. Este sistema se encuentra en todos los vertebrados y es la parte más antigua del SNA.

La segunda etapa supuso la evolución del sistema nervioso simpático (SNS), responsable de la respuesta de lucha o huida. Este sistema está presente en todos los mamíferos y es más avanzado que el DVC.

La tercera y más reciente etapa supuso la evolución del nervio vago de los mamíferos, que dio lugar al sistema nervioso parasimpático (SNP).

El SNP regula las conductas de compromiso social y es exclusivo de los mamíferos. El SNP evolucionó para promover el comportamiento social y reducir la agresión entre individuos.

El trauma y la teoría polivagal

Los traumas pueden tener un profundo impacto en el sistema polivagal. Cuando una persona sufre un trauma, el sistema nervioso simpático puede volverse hiperactivo, lo que provoca sentimientos de ansiedad e hiperactivación.

En respuesta, el sistema nervioso parasimpático puede volverse menos activo, lo que dificulta que la persona se calme y regule sus emociones.

La teoría polivagal sugiere que el trauma puede provocar una desregulación del sistema nervioso, que puede manifestarse en diversos síntomas físicos y emocionales.

Por ejemplo, los supervivientes de traumatismos pueden experimentar problemas gastrointestinales y trastornos del sueño, entre otros síntomas.

La teoría polivagal ha aportado valiosos conocimientos sobre el impacto de los traumatismos en el sistema nervioso.

Cuando una persona sufre un trauma, su sistema nervioso puede desregularse y provocar síntomas físicos y emocionales.

La teoría polivagal sugiere que la comprensión de los mecanismos subyacentes de esta desregulación puede informar tratamientos eficaces para los supervivientes de traumas.

Sin embargo, la teoría polivagal también ofrece esperanza para la curación del trauma.

Al comprender el papel del sistema nervioso en las respuestas al trauma, las personas y los profesionales sanitarios pueden trabajar juntos para desarrollar intervenciones que promuevan la regulación y la curación.

Estas intervenciones pueden incluir técnicas de respiración profunda, meditación y otras técnicas mente-cuerpo que pueden activar el sistema nervioso parasimpático y promover sentimientos de seguridad y relajación.

Aplicación de la teoría polivagal a la terapia

La aplicación de la teoría polivagal en la terapia puede ayudar a los clientes a comprender las respuestas de su sistema nervioso y a desarrollar nuevas vías neuronales que favorezcan la regulación y el compromiso social.

Los supervivientes de traumas, en particular, pueden beneficiarse de la terapia basada en la teoría polivagal, ya que las experiencias traumáticas pueden desregular el sistema nervioso autónomo y provocar respuestas inadaptadas y alteraciones de las vías vagales.

Los terapeutas pueden utilizar las expresiones faciales y la comunicación social para implicar a los sistemas nerviosos sociales de los clientes y apoyar estrategias de defensa que fomenten la seguridad y la conexión.

La terapia polivagal también puede abordar el dolor crónico, ya que se ha relacionado con la desregulación del sistema nervioso autónomo.

Al abordar la desregulación subyacente del sistema nervioso, los terapeutas pueden ayudar a los clientes a desarrollar nuevas respuestas adaptativas y a disminuir el dolor.

La teoría polivagal subraya la importancia del complejo vagal ventral en el apoyo a las funciones y respuestas adaptativas.

Si la terapia se centra en esta área, los pacientes pueden desarrollar una mayor complejidad neuronal y regular su estado fisiológico.

Además, los terapeutas pueden ayudar a los clientes a comprender su herencia evolutiva y las áreas del tronco encefálico que regulan su sistema nervioso autónomo.

La Teoría Polivagal proporciona un marco integral para comprender el papel del sistema nervioso autónomo en la regulación emocional, el compromiso social y la salud física.

Los terapeutas pueden utilizar esta teoría para fundamentar su práctica, sobre todo a la hora de ayudar a clientes con antecedentes traumáticos o dolor continuo.

Las expresiones faciales y la comunicación social son herramientas poderosas para implicar al sistema nervioso social de los clientes y fomentar la seguridad y la conexión.

Utilizando expresiones que transmitan calidez y empatía, los terapeutas pueden apoyar estrategias de defensa que ayuden a los clientes a sentirse seguros y a reducir los sentimientos de amenaza.

El dolor duradero es una afección compleja vinculada a la desregulación del sistema nervioso autónomo. Los terapeutas pueden abordar esta desregulación subyacente del sistema nervioso mediante una terapia basada en Polyvagal y ayudar a los clientes a desarrollar nuevas respuestas adaptativas.

Al apoyar el complejo vagal ventral, los clientes pueden desarrollar una mayor complejidad neuronal y regular su estado fisiológico, disminuyendo el dolor.

Los terapeutas también pueden ayudar a los clientes a comprender su herencia evolutiva y las áreas del tronco encefálico que regulan su sistema nervioso autónomo.

Esto puede ayudar a los clientes a desarrollar un sentido de agencia y control sobre sus respuestas fisiológicas, lo que conduce a una mayor resiliencia y bienestar.

Técnicas que pueden utilizarse

La regulación vagal es un punto clave de la terapia polivagal, ya que el nervio vago desempeña un papel central en la regulación del sistema nervioso autónomo.

Los terapeutas pueden actuar sobre las vías vagales mediante la respiración, la meditación y el yoga. Estas técnicas pueden favorecer la relajación y activar la respuesta parasimpática, lo que aumenta el tono vagal y mejora la regulación.

Los terapeutas pueden ayudar a los clientes a desarrollar nuevas vías neuronales, regular las respuestas de su sistema nervioso y fomentar el compromiso social y la conexión adoptando una perspectiva polivagal en la terapia.

Este enfoque tiene importantes implicaciones clínicas para diversas afecciones, como los traumatismos, el dolor crónico y los trastornos de ansiedad.

La terapia polivagal ofrece una serie de técnicas que pueden ayudar al paciente a regular su sistema nervioso y mejorar su bienestar general.

Una de estas técnicas es la respiración, que consiste en respirar lenta y profundamente para activar la respuesta parasimpática y favorecer la relajación. Esto puede aumentar el tono vagal y mejorar la regulación del sistema nervioso autónomo.

La meditación es otra técnica que puede utilizarse en la terapia polivagal.

Las prácticas de atención plena pueden ayudar a los clientes a ser más conscientes de sus sensaciones corporales y emociones, fomentando la regulación emocional y disminuyendo la reactividad a los factores estresantes.

Esto también puede ayudar a activar la respuesta parasimpática y promover la regulación vagal.

El yoga es una tercera técnica que puede utilizarse en la terapia polivagal. Al combinar posturas físicas con ejercicios de respiración controlada y técnicas de relajación, el yoga puede ayudar a promover la relajación y mejorar la regulación vagal.

Esto también puede beneficiar a la salud física en general, como la disminución de la presión arterial y la mejora de la función cardiovascular.

Teoría polivagal y mindfulness

La teoría polivagal también se ha relacionado con las prácticas de atención plena, que implican centrarse en el momento presente sin juzgar.

Se ha descubierto que la atención plena y la autorregulación promueven una mayor actividad en el complejo vagal ventral, que se asocia con sentimientos de seguridad y compromiso social.

Además, las prácticas de atención plena pueden ayudar a regular el sistema nervioso autónomo y reducir los síntomas de ansiedad y depresión.

Al aumentar la conciencia de las sensaciones y emociones corporales, las personas pueden comprender mejor sus respuestas fisiológicas al estrés y regular mejor sus reacciones emocionales.

La práctica de la atención plena también puede ayudar a las personas a desarrollar una mayor autocompasión y reducir la autocrítica, lo que puede ser especialmente beneficioso para quienes han sufrido traumas o estrés crónico.

Esto puede fomentar una sensación de seguridad y conexión y puede mejorar el compromiso social y las relaciones interpersonales.

El futuro de la teoría polivagal

La teoría polivagal ha suscitado una gran atención en el campo de la psicología y la neurobiología.

Esta teoría ha revolucionado nuestra comprensión del sistema nervioso y su papel en la regulación de nuestras emociones, comportamiento e interacciones sociales.

A medida que la investigación sobre la teoría polivagal sigue ampliándose, abre nuevas puertas a posibles aplicaciones en el futuro.

Aplicaciones en la práctica clínica

La teoría polivagal ya ha tenido importantes aplicaciones en la práctica clínica.

Se ha utilizado para desarrollar nuevos enfoques de tratamiento de diversas afecciones mentales, como trastornos de ansiedad, traumatismos y depresión.

En el futuro, esperamos ver un crecimiento continuo en el uso de la teoría polivagal en la práctica clínica.

Una aplicación significativa de la teoría polivagal en la práctica clínica ha sido el desarrollo de nuevos enfoques terapéuticos para los trastornos de ansiedad.

Esto incluye la reducción del estrés basada en la atención plena y la terapia cognitivo-conductual, que actúan sobre el sistema nervioso autónomo y fomentan la regulación neuronal.

La teoría también se ha aplicado al tratamiento del trauma, proporcionando un marco para comprender los mecanismos subyacentes de los síntomas relacionados con el trauma, como la disociación y la desregulación emocional.

Los terapeutas pueden utilizar este conocimiento para desarrollar intervenciones dirigidas a la desregulación específica del sistema nervioso asociada al trauma.

Además, la ideología polivagal se ha utilizado para desarrollar nuevos enfoques en el tratamiento de la depresión.

Por ejemplo, intervenciones como la activación conductual y la psicoterapia interpersonal pueden basarse en la teoría polivagal, ya que promueven el compromiso social y la regulación neuronal del sistema nervioso autónomo.

Avances tecnológicos

El desarrollo de nuevas tecnologías también ha abierto nuevas posibilidades de aplicación de la teoría polivagal.

Por ejemplo, los dispositivos portátiles que controlan la variabilidad de la frecuencia cardiaca y otros indicadores fisiológicos pueden ayudar a los médicos a comprender mejor el estado autonómico del paciente y realizar intervenciones más eficaces.

Además, los avances en las técnicas de neuroimagen han permitido a los investigadores comprender mejor los procesos neuronales subyacentes a la teoría polivagal.

El uso de tecnología vestible para monitorizar indicadores fisiológicos tiene el potencial de revolucionar la práctica clínica, sobre todo en lo que respecta al bienestar mental.

Los dispositivos portátiles pueden proporcionar a los médicos datos en tiempo real sobre el estado autonómico del paciente, lo que permite un tratamiento más personalizado y una mayor comprensión de los mecanismos subyacentes de los trastornos psicológicos.

Además, los avances en las técnicas de neuroimagen han permitido a los investigadores estudiar con mayor detalle los procesos neuronales que subyacen a la propuesta polivagal.

Esto ha llevado a una comprensión más profunda de las complejas interacciones entre el sistema autónomo, el cerebro y el comportamiento.

Además de la tecnología vestible y la neuroimagen, la realidad virtual también se ha utilizado para explorar las aplicaciones de la teoría polivagal en la práctica clínica.

Las simulaciones de realidad virtual pueden crear un entorno controlado para que los pacientes practiquen conductas de compromiso social y desarrollen nuevas vías neurales y vagales.

La teoría polivagal puede expandirse a nuevos campos más allá de la psicología y la psiquiatría. Podría servir de base para el desarrollo de nuevas tecnologías que mejoren la interacción social, la regulación emocional y la salud física.

También podría aplicarse en campos como la educación, donde la comprensión de las bases neuronales del aprendizaje y el comportamiento podría conducir a estrategias de enseñanza más eficaces.

La posible expansión de la teoría polivagal a nuevos campos es significativa porque hace hincapié en la conexión entre el sistema nervioso autónomo y el compromiso social.

Esta conexión tiene amplias implicaciones en diversos ámbitos, como la tecnología, la educación y la salud física.

Un área en la que la teoría polivagal podría tener un impacto significativo es la tecnología.

Los dispositivos vestibles que miden la variabilidad de la frecuencia cardiaca y otros indicadores fisiológicos podrían utilizarse para desarrollar nuevas aplicaciones que fomenten la regulación emocional y el compromiso social.

Por ejemplo, un dispositivo wearable que proporcione biofeedback al usuario cuando su estado fisiológico indique estrés o ansiedad podría ayudarle a desarrollar estrategias de afrontamiento adaptativas y fomentar la regulación emocional.

El hecho de que la teoría polivagal se centre en las bases neuronales del aprendizaje y el comportamiento podría conducir a estrategias pedagógicas más eficaces en educación.

Al comprender el papel del sistema nervioso autónomo en el aprendizaje, los educadores podrían diseñar intervenciones de apoyo a la regulación fisiológica de los estudiantes, aumentando su compromiso y su capacidad de aprendizaje.

Como ocurre con cualquier teoría científica, siempre hay algo más que aprender sobre la teoría polivagal.

La investigación continuada ayudará a perfeccionar nuestra comprensión del sistema nervioso y su papel en la regulación de nuestras respuestas emocionales, conductuales y sociales.

Esta investigación podría dar lugar a nuevos conocimientos e intervenciones que ayuden a las personas a superar los problemas de salud mental y llevar una vida más satisfactoria.

Críticas a la teoría polivagal

La teoría polivagal es una teoría ampliamente aceptada e influyente en psicología y neurociencia, pero no está exenta de críticas.

Una de las críticas más comunes a la teoría polivagal es que existen pocas pruebas empíricas que respalden sus afirmaciones.

Aunque algunas investigaciones apoyan la teoría, muchos estudios tienen muestras de pequeño tamaño y pocos estudios han reproducido los resultados.

Los críticos también sostienen que la Teoría Polivagal ofrece una explicación simplista de fenómenos complejos.

Por ejemplo, la teoría sugiere que el sistema nervioso sólo tiene tres ramas, pero investigaciones recientes han demostrado que puede haber más de tres.

Además, el hecho de que la teoría se centre en el nervio vago y la respuesta de lucha-huida-congelación ignora el papel de otros factores biológicos y psicológicos importantes en la regulación del sistema nervioso.

Otra crítica a la teoría polivagal es que exagera el papel del nervio vago en la regulación del sistema nervioso.

Aunque el nervio vago es una parte importante del sistema nervioso, no es el único factor que influye en él.

El hecho de que la teoría se centre en el nervio vago puede llevar a una simplificación excesiva de los complejos procesos del sistema nervioso.

Los críticos también sostienen que la Teoría Polivagal no presta suficiente atención a los factores sociales y ambientales que pueden influir en el sistema nervioso.

Por ejemplo, el énfasis de la teoría en la respuesta de lucha-huida-congelación no tiene en cuenta el papel del apoyo social en la regulación del sistema nervioso.

Los nervios craneales y la teoría polivagal

La teoría polivagal es una teoría neurobiológica que explica el papel del sistema nervioso en la regulación de las emociones y el comportamiento.

La teoría propone que el nervio vago, compuesto por nervios craneales y espinales, desempeña un papel crucial en la regulación del sistema nervioso.

En concreto, la teoría sugiere que el nervio vago ventral, compuesto por los nervios craneales X, IX y X, regula el sistema nervioso y promueve conductas de compromiso social.

Los nervios craneales regulan las funciones corporales y los comportamientos, incluidas las expresiones, el habla, la deglución y la visión. Según la teoría polivagal, los nervios craneales regulan el sistema nervioso y las respuestas emocionales.

Los nervios craneales IX y X, que forman parte del nervio vago ventral, controlan la respiración, el ritmo cardíaco y las funciones digestivas.

La disfunción de estos nervios craneales se ha asociado a diversos trastornos psicológicos, como la ansiedad y la depresión.

En la terapia polivagal-informada, los terapeutas pueden utilizar ejercicios de vocalización, contacto visual y expresión facial para actuar sobre las fibras nerviosas craneales y regular el sistema nervioso.

Los terapeutas pueden promover la relajación, reducir la ansiedad y mejorar el comportamiento de compromiso social activando el nervio vago ventral.

Además, comprender el papel de los nervios craneales en la teoría polivagal tiene importantes implicaciones para el desarrollo de nuevas intervenciones para las afecciones mentales.

Al centrarse en las funciones específicas de los nervios craneales, los médicos pueden desarrollar nuevas técnicas para tratar trastornos como la ansiedad, la depresión y el estrés postraumático.

Circuitos neuronales primitivos en la teoría polivagal

La teoría polivagal también subraya la importancia de los circuitos neuronales primitivos en la regulación de la respuesta fisiológica del sistema nervioso al estrés y al peligro.

Según la teoría relativa a los circuitos neuronales, el nervio vago dorsal, compuesto por estructuras nerviosas craneales primitivas y fibras nerviosas y el núcleo motor dorsal, regula la respuesta de congelación y apoya las estrategias de defensa utilizadas por muchos animales en respuesta a una amenaza percibida.

La teoría sugiere que esta respuesta es una estrategia conservada evolutivamente que se activa cuando el sistema de compromiso social se ve desbordado.

La teoría también propone que el tono del nervio vagal cardíaco, o la regulación de la variabilidad de la frecuencia cardíaca por el nervio vago, es un indicador clave de la regulación emocional y el comportamiento social.

La teoría sugiere que los altos niveles de tono vagal cardíaco se asocian con un aumento de los comportamientos sociales y la regulación emocional.

Por el contrario, los niveles bajos se asocian a problemas en el sistema nervioso central relacionados con la desregulación emocional y el aislamiento social.

Los estudios han demostrado que el aumento del tono del nervio vagal cardíaco se asocia con una mayor regulación emocional, mientras que los niveles bajos se asocian con la desregulación emocional y el aislamiento social.

La teoría propone que las intervenciones para aumentar los tonos vagales cardíacos, como las prácticas de atención plena y el apoyo social, pueden repercutir positivamente en la regulación emocional y el funcionamiento social.

Estos resultados sugieren que el nervio vago y las vías vagales desempeñan un papel crucial en la regulación de nuestras respuestas emocionales y sociales, y que las intervenciones dirigidas a este sistema pueden promover eficazmente el bienestar.

La teoría polivagal y la conexión intestino-cerebro

Investigaciones recientes han puesto de relieve la conexión entre los órganos viscerales, el intestino y el cerebro, denominándose al intestino el "segundo cerebro". Estas vías eferentes viscerales especiales son cruciales para el funcionamiento normal de la conexión intestino-cerebro.

La teoría sugiere que el nervio vago desempeña un papel clave en esta conexión, regulando el funcionamiento del sistema digestivo e influyendo en la salud y el bienestar.

Comprender el imperativo biológico de la conexión intestino-cerebro puede servir de base a intervenciones eficaces para diversos problemas físicos y de salud.

Investigaciones recientes han demostrado una fuerte conexión entre el intestino y el cerebro, conocida como "eje intestino-cerebro".

Esta conexión y la comunicación de información sensorial entre ambos se ve facilitada por las fibras del nervio vago, que regulan el funcionamiento del aparato digestivo e influyen en la salud y el bienestar.

La teoría polivagal sugiere que el nervio vago es un componente esencial de esta conexión, ya que desempeña un papel fundamental en la comunicación de información sensorial entre el intestino y el cerebro.

Esta conexión afecta significativamente a diversos problemas físicos y de salud, como la ansiedad, la depresión y los trastornos gastrointestinales.

Si se comprenden los mecanismos subyacentes del eje intestino-cerebro y se actúa sobre ellos, pueden desarrollarse intervenciones que promuevan la salud y el bienestar generales.

Teoría polivagal y dolor

Teoría polivagal y dolor

La teoría polivagal propone que el dolor puede estar relacionado con una desregulación del sistema autónomo, en particular del sistema simpático.

Las investigaciones sugieren que el sistema nervioso simpático, responsable de la respuesta de "lucha o huida" del organismo, puede volverse hiperactivo en personas con dolor. Esto puede aumentar la sensibilidad al dolor y empeorar los síntomas.

La comprensión de los mecanismos subyacentes del dolor permite desarrollar intervenciones dirigidas a estos sistemas y promover un tratamiento eficaz del dolor.

Por ejemplo, las prácticas de mindfulness y otras técnicas de relajación han disminuido la actividad del sistema nervioso simpático y reducido el dolor en individuos con dolor de larga duración.

La relación entre el sistema nervioso central y el dolor es compleja y polifacética.

La teoría ofrece un marco para comprender cómo la desregulación de este sistema puede contribuir a desarrollar y mantener el dolor persistente.

Al examinar el papel del sistema simpático en el procesamiento del dolor, los investigadores han identificado posibles objetivos de intervención.

Además de las técnicas de relajación, otras intervenciones dirigidas al sistema nervioso central, concretamente al cerebro, han demostrado ser prometedoras en el tratamiento del dolor.

Por ejemplo, la biorretroalimentación y la neurorretroalimentación pueden capacitar a las personas para regular sus respuestas, disminuyendo la sensibilidad al dolor y mejorando su control.

La teoría también sugiere que abordar la desregulación emocional subyacente puede ser importante para un tratamiento eficaz del dolor.

Al fomentar el comportamiento social y la regulación emocional, las terapias basadas en esta teoría pueden reducir la angustia psicológica asociada al dolor crónico y mejorar los resultados.

Preguntas más frecuentes

¿Está basada en pruebas la teoría polivagal?

La teoría polivagal sólo está parcialmente basada en pruebas. Aunque las afirmaciones del nervio vago son anatómica y fisiológicamente correctas en esta teoría, muchos expertos han llegado recientemente a la conclusión de que la teoría polivagal y los supuestos que la acompañan son insostenibles. Esto indicaba que la teoría de que las fibras del nervio vago son responsables de ciertas respuestas emocionales y comportamientos sociales y de la respuesta de lucha o huida no podía mantenerse ni defenderse frente a argumentos contrarios.

¿Por qué es controvertida la teoría polivagal?

La experiencia humana y las emociones que la acompañan son muy complejas y pueden verse influidas por muchos factores. La teoría polivagal es controvertida porque simplifica en exceso el comportamiento y las reacciones emocionales humanas. Niega e ignora la heterogeneidad de la experiencia humana y la reacción emocional interna. Otra razón para ser controvertida es la incapacidad de la teoría para ser apoyada por la neurociencia actual. Es una teoría que necesita actualizarse y alinearse con los nuevos descubrimientos neurocientíficos realizados en los últimos años.

Recursos

El sitio web oficial de Stephen Porges, fundador de la Teoría Polivagal:

El Instituto Polivagal, recursos y formación sobre la Teoría Polivagal:

Proyecto Terapeuta del Trauma

Instituto Nacional para la Aplicación Clínica de la Medicina del Comportamiento

Teoría polivagal: Un viaje bioconductual a la socialidad

Teoría polivagal: Una ciencia de la seguridad

La perspectiva polivagal

La teoría polivagal: Nuevos conocimientos sobre las reacciones adaptativas del sistema nervioso

Movimiento basado en la atención plena: Una perspectiva polivagal

Una Revisión Sistemática de una Perspectiva Polivagal sobre las Prácticas Contemplativas Encarnadas como Promotoras del Acoplamiento Cardiorrespiratorio y la Recuperación del Estrés Traumático para el TEPT y el TOC: Metodologías de Investigación y Estado del Arte

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Descargo de responsabilidad

El contenido de este artículo se ofrece únicamente con fines informativos y no pretende sustituir el consejo, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Se recomienda siempre consultar con un profesional sanitario cualificado antes de realizar cualquier cambio relacionado con la salud o si tiene alguna duda o preocupación sobre su salud. Anahana no se hace responsable de los errores, omisiones o consecuencias que puedan derivarse del uso de la información proporcionada.