Meditación para la depresión
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Los espasmos y el dolor de espalda son bastante comunes y una de las principales razones por las que la gente puede buscar ayuda médica. Son varios los factores que pueden provocar un espasmo de espalda, como lesiones o distensiones musculares, malas posturas, la edad u otras afecciones subyacentes como la espondilolistesis. Por suerte, hay muchos métodos preventivos que ayudan a evitar los espasmos de espalda, así como tratamientos que van desde ligeros estiramientos y masajes hasta fisioterapia o medicamentos.
Los espasmos de espalda son contracciones involuntarias, tensión o agarrotamiento de los músculos de la espalda. Uno de los síntomas más comunes de un espasmo de espalda es una sensación repentina de tirantez en la espalda. Otros síntomas son pulsaciones y dolores profundos o agudos en la espalda. En raras ocasiones, un espasmo de espalda puede causar hormigueo, entumecimiento, debilidad en las piernas y cambios en el control intestinal. En esos casos, la persona debe buscar tratamiento médico inmediatamente.
Estos espasmos musculares pueden ser lo bastante graves como para impedir un movimiento normal, como caminar, o pueden consistir en una tensión más leve de los músculos de la espalda. El dolor provocado por los espasmos musculares puede sentirse en la espalda, en la zona lumbar, en las caderas o en las nalgas. El dolor de los espasmos musculares puede durar poco tiempo o prolongarse durante periodos más largos, de hasta unas semanas.
Los espasmos de espalda pueden tener muchas causas. Pueden deberse a un problema muscular, de ligamentos o de articulaciones de la espalda. Los espasmos de espalda pueden ser el resultado de una lesión o distensión de los músculos de la espalda. Estas distensiones o lesiones de los músculos de la espalda pueden ser más comunes en quienes tienen músculos abdominales débiles y soporte abdominal.
Otros factores de riesgo que pueden provocar espasmos de espalda son levantar objetos pesados, la edad avanzada, una mala postura al sentarse, estar demasiado tiempo sentado y la obesidad. Además, los espasmos de espalda también pueden estar relacionados con una mala salud mental y el estrés. En ocasiones, los espasmos y el dolor de espalda pueden tener una causa subyacente, como un problema de columna. Por ejemplo, los espasmos de espalda pueden ser consecuencia de una espondilolistesis, cuando una vértebra, uno de los huesos de la columna vertebral, se desliza hacia delante, afectando a la médula espinal.
Otras afecciones subyacentes de la columna vertebral pueden causar dolor de espalda y espasmos, como la estenosis espinal o las hernias discales. El médico puede utilizar pruebas diagnósticas como radiografías o resonancias magnéticas para obtener un diagnóstico preciso de cualquier afección subyacente.
Muchas medidas preventivas pueden ayudar a reducir las probabilidades de sufrir espasmos de espalda. Los niveles de actividad física, el entorno laboral y las actividades diarias pueden ser factores que influyan en la recurrencia de los espasmos o el dolor de espalda. Incorporar el ejercicio regular a la rutina diaria es una estrategia para prevenir los espasmos de espalda. Una rutina de ejercicios centrada en el fortalecimiento de los músculos abdominales y la espalda podría ayudar a proporcionar más apoyo a la espalda.
El ejercicio aeróbico regular es beneficioso para aumentar el flujo sanguíneo y prevenir los espasmos y el dolor lumbar. Es esencial mantener siempre una buena forma durante el ejercicio para evitar tensiones musculares o lesiones en la espalda. Los estiramientos regulares también pueden ayudar a prevenir los espasmos de espalda.
También es esencial ser consciente de mantener una buena postura tanto sentado como de pie. Hacer pausas frecuentes para mover el cuerpo también puede ayudar a prevenir los espasmos de espalda. Estos descansos pueden consistir en ligeros estiramientos o incluso pequeños paseos. La educación para proteger la espalda al levantar peso o realizar movimientos repetitivos también es importante para prevenir los espasmos y el dolor de espalda.
Los tratamientos de los espasmos de espalda pueden variar en función de la gravedad y la causa del espasmo de espalda, y siempre se debe consultar a un profesional sanitario en caso de espasmos de espalda graves o que no mejoren en una semana de reposo.
Es esencial descansar y evitar levantar objetos pesados cuando se experimentan espasmos y dolor de espalda para evitar más tensión o lesiones en los músculos de la espalda y para ayudar a curar cualquier lesión existente. Algunos cuidados personales y tratamientos caseros que ayudan a aliviar los espasmos de espalda incluyen la aplicación de calor suave, como una almohadilla térmica. El calor suave puede ayudar a relajar los músculos y aumentar el flujo sanguíneo a esos músculos y tejidos blandos para ayudar a la curación.
Aplicar hielo o una compresa fría en la zona afectada también puede ayudar con los espasmos de espalda y reducir la inflamación de los músculos de la espalda. Un masaje suave de espalda también puede ayudar a tratar los espasmos y el dolor lumbar. Un masaje puede realizarse suavemente en casa o por un masajista titulado. Algunos estiramientos suaves, como la postura del niño, reducen o alivian los espasmos musculares.
Las personas que sufren espasmos de espalda crónicos o de larga duración pueden recurrir a la fisioterapia y al tratamiento de rehabilitación. Otro tratamiento a largo plazo para los espasmos de espalda es el yoga, que se centra en estiramientos suaves y en el fortalecimiento de la espalda y los músculos centrales. Los cuidados quiroprácticos y la manipulación vertebral son otros tratamientos a largo plazo para disminuir el dolor de espalda crónico y los espasmos. Otros tratamientos son la acupuntura, el tai chi, la atención plena y la reducción del estrés.
Un profesional sanitario puede sugerir o prescribir algún tratamiento médico para los espasmos de espalda, sobre todo cuando causan dolor intenso. Entre ellos se incluyen medicamentos antiinflamatorios, relajantes musculares y antiinflamatorios no esteroideos. Algunos profesionales sanitarios también pueden recomendar inyecciones de antiinflamatorios como la cortisona. Todos los beneficios y riesgos de la medicación deben discutirse con un profesional sanitario.
Los espasmos de espalda son muy frecuentes y van desde molestias leves a dolor intenso y movilidad reducida. Las causas y los tratamientos de estos dolorosos espasmos varían y pueden depender de la causa subyacente y de la gravedad de los espasmos musculares. Las causas pueden ser una mala postura, unos músculos centrales débiles, una lesión de espalda o una afección subyacente.
Por suerte, hay muchas estrategias para poner en práctica a diario que ayudan a reducir la probabilidad de experimentar estos dolorosos espasmos musculares. El ejercicio regular, la postura adecuada, los estiramientos e incluso las técnicas de relajación que pueden ayudar a proteger la espalda pueden prevenir estos espasmos. Algunos remedios caseros, como el calor para el flujo sanguíneo, el hielo para reducir la inflamación y los estiramientos suaves para relajar los músculos, pueden aliviar los espasmos leves y el dolor. Otras terapias, como la fisioterapia, los masajes, la quiropráctica y la acupuntura, también pueden proporcionar curación y alivio. El médico puede ofrecer recomendaciones adicionales en función de la causa y la gravedad del dolor. Mantener la actividad física y un estilo de vida saludable puede ayudar mucho a prevenir y tratar los espasmos y el dolor de espalda.
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Qué son los espasmos de espalda
https://www.healthline.com/health/back-pain/lower-back-spasms#causes
https://my.clevelandclinic.org/health/diseases/22881-back-spasms
https://www.verywellhealth.com/causes-of-back-spasms-5095832
https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2782184
https://www.medicalnewstoday.com/articles/322369#long-term-treatment
https://academic.oup.com/aje/article/187/5/1093/455790
https://www.reidhealth.org/blog/5-tips-to-lessen-back-pain-at-night
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