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Cómo superar el pensamiento excesivo - Relaciones, Trabajo, Debilidad

Escrito por Laura Schulze | mayo 8, 2024

Pensar demasiado puede afectar al bienestar y la salud mental de una persona. Explora los tipos de pensamiento excesivo, las formas y las técnicas que pueden ayudar a hacer frente y aliviar el estrés del pensamiento excesivo.

¿Qué es pensar demasiado?

Pensar demasiado es como quedar atrapado en un bucle de pensamientos que no paran de girar. Ocurre cuando nos enfrascamos demasiado en analizar cada pequeño detalle de nuestras vidas, incapaces de dar un paso atrás.

Imagínatelo: Estás repitiendo conversaciones de ayer, preocupado por si dijiste lo correcto. Entonces, empiezas a imaginar todas las cosas que podrían salir mal mañana. Antes de que te des cuenta, tu mente va a toda velocidad y parece que no puedes frenarla.

El problema es que a menudo creemos que si pensamos lo suficiente encontraremos la solución perfecta. Pero pensar tanto nos agota. Es como intentar llenar un cubo con un agujero, nunca parece suficiente.

Imaginar constantemente lo peor o dudar de nuestras decisiones nos agota mentalmente y nos hace sentirnos negativos, cohibidos y desregulados.

Consecuencias de pensar demasiado

Pensar en exceso y preocuparse son aspectos naturales del ser humano. Sin embargo, si no se controlan, pueden convertirse en habituales y afectar a nuestro bienestar físico y emocional, dando lugar a patrones de pensamiento destructivos.

  • Síntomas físicos: Pensar demasiado puede desencadenar la liberación de cortisol, la hormona del estrés. Esta avalancha de cortisol puede provocar un aumento de la ansiedad y otros síntomas físicos, como tensión muscular, dolores de cabeza, fatiga, taquicardia y sequedad de boca.

  • Ansiedad y estrés: Pensar en exceso no sólo es agotador mentalmente, sino que también puede exacerbar o ser un síntoma de enfermedades mentales preexistentes. Estar atrapado en ciclos de pensamiento excesivo puede intensificar los sentimientos de ansiedad, estrés y depresión.

  • Perspectivas distorsionadas: Nuestras emociones tienen un poder inmenso y a menudo determinan nuestra comprensión del mundo que nos rodea. Pueden distorsionar sutilmente nuestras percepciones, empujándonos a malinterpretar situaciones, a tomar decisiones precipitadas y a malinterpretar inadvertidamente las intenciones de los demás. Estas distorsiones constituyen sutiles barreras para una comunicación eficaz, o incluso para poder apreciarnos a nosotros mismos en toda nuestra belleza.

Signos de exceso de pensamiento

He aquí algunas señales de que puedes estar pensando demasiado:

  • le cuesta relajarse, a menudo se siente nervioso

  • preocuparse constantemente o tener pensamientos ansiosos

  • sensación de agotamiento mental, como si el cerebro no se apagara

  • atascarse en pensamientos repetitivos de los que no puede librarse

  • cuestionar las decisiones

  • imaginar el peor de los casos

  • sentirse inútil o desanimado

La buena noticia es que ser conscientes de nuestros patrones nos permite tomar medidas proactivas para gestionar cualquier tendencia a pensar en exceso que podamos tener.

Causas del exceso de pensamiento

Sesgos cognitivos

Nuestra mente tiende de forma natural a centrarse en determinados aspectos de la información, a menudo magnificando los aspectos negativos por encima de los positivos. Esta inclinación puede llevarnos a pensar demasiado, ya que podemos detenernos excesivamente en problemas potenciales en lugar de considerar una perspectiva equilibrada o incluso resultados positivos.

Estrés y ansiedad

Los niveles elevados de estrés y ansiedad pueden desencadenar un exceso de pensamientos. Cuando nos sentimos abrumados, nuestra mente puede rumiar los peores escenarios, creando un ciclo de preocupación difícil de romper.

Perfeccionismo

La búsqueda de la perfección puede llevarnos a escudriñar cada detalle de nuestra vida. Esta búsqueda de la perfección puede llevarnos a pensar demasiado para evitar cometer errores o enfrentarnos a las críticas. También puede dificultarnos reconocer nuestros puntos fuertes y alimentar nuestro síndrome de impostura.

Miedo a la incertidumbre

A muchos de nosotros la incertidumbre nos resulta incómoda e inquietante. Como resultado, podemos intentar aliviar esta incomodidad pensando demasiado, intentando predecir todos los resultados posibles y controlar todos los aspectos de nuestras vidas.

Estrategias de afrontamiento inadaptadas

Cuando nos enfrentamos al estrés o a emociones difíciles, podemos recurrir a mecanismos de afrontamiento poco saludables, como la evitación o el análisis obsesivo. Aunque estas estrategias pueden proporcionar un alivio temporal, a la larga pueden reforzar patrones de pensamiento excesivo.

Traumatismos o trastornos mentales

Las experiencias traumáticas o las enfermedades mentales como la depresión, el TEPT y los trastornos de ansiedad pueden afectar significativamente a nuestros patrones de pensamiento. La rumiación negativa y los pensamientos intrusivos pueden volverse persistentes, lo que dificulta liberarse de los ciclos de pensamiento excesivo.

Pensar en exceso puede servir como mecanismo de afrontamiento o como intento de recuperar el control o prepararse para posibles amenazas.

Además, el trauma puede afectar negativamente a la autoestima, creando una voz interior autocrítica exacerbada que alimenta el pensamiento excesivo y la duda sobre uno mismo. Reconocer el impacto del trauma en el pensamiento exagerado es crucial para desarrollar estrategias eficaces de curación y gestión de estos patrones de pensamiento.

Tipos comunes de pensamiento excesivo

Comprender las distintas formas en que nuestra mente puede caer en el pensamiento exagerado es un paso esencial para fomentar la amabilidad y el autoconocimiento. Exploremos cuatro tipos comunes: catastrofizar, generalizar en exceso, pensar todo o nada y sacar conclusiones precipitadas.

Catastrofización

La catastrofización consiste en imaginar situaciones mucho peores de lo que son en realidad, lo que a menudo amplifica nuestras ansiedades y temores más allá de la realidad. Por ejemplo, imagina que te preparas para una cita nocturna con tu pareja y te invade el miedo a que todo salga mal. Estos pensamientos catastróficos pueden eclipsar la emoción de pasar tiempo juntos, desde preocuparse por si se derrama el vino sobre el traje nuevo hasta imaginarse silencios incómodos.

Reconocer estos momentos nos permite ofrecernos gracia y abrazar la belleza de las conexiones imperfectas.

Generalizar en exceso

La sobregeneralización se produce cuando tomamos un único acontecimiento negativo y lo aplicamos ampliamente a todas las situaciones o relaciones. Piensa en un amigo que cancela sus planes en el último minuto y, de repente, una oleada de decepción inunda tu mente. En ese momento, es fácil sacar conclusiones sobre la amistad en general, asumiendo que este caso refleja la naturaleza de todas las amistades.

Al explorar la singularidad de cada relación y dar cabida a los matices, cultivamos un aprecio más profundo por la diversidad de conexiones en nuestras vidas.

Pensar todo o nada

El pensamiento de "todo o nada" ve las situaciones en términos extremos, en blanco y negro, y pasa por alto los matices y complejidades que colorean nuestras experiencias. Imagínese una situación en la que recibe comentarios constructivos en el trabajo. En lugar de verlo como una oportunidad de crecimiento, puede que lo perciba como un fracaso absoluto o como el final de su carrera profesional, pasando por alto los progresos que ha hecho.

Abrazar el delicado arte de ver los matices de gris nos permite celebrar nuestros esfuerzos y honrar el viaje, reconociendo que el crecimiento a menudo se desarrolla en medio del desorden de la imperfección.

Sacar conclusiones precipitadas

Sacar conclusiones precipitadas implica hacer suposiciones sobre situaciones o pensamientos ajenos sin pruebas adecuadas, lo que a menudo conduce a malentendidos y a un estrés innecesario. Piense en alguna ocasión en la que un ser querido parecía distante e, inmediatamente, pensamientos de abandono inundaron su mente. Leer la mente o suponer lo peor puede tensar las relaciones y aumentar nuestra ansiedad.

Cómo dejar de pensar demasiado

Desafía tus pensamientos

Comprender que nuestros pensamientos no siempre son realistas o veraces es clave. Pueden cambiar, y aprender a verlos desde una perspectiva más positiva puede ayudarnos a liberarnos de los pensamientos excesivos.

Cuando uno sospecha que está sobrepensando, es beneficioso desafiar estos pensamientos y cuestionar su realismo evaluándolos y considerando escenarios alternativos. Aunque replantear los pensamientos puede resultar difícil al principio, aprender a discernir la utilidad de los propios pensamientos puede ayudar a sustituir y disminuir los pensamientos negativos.

Nuestros pensamientos y nuestra forma de ver el mundo están determinados por muchas cosas: nuestras creencias, valores, cultura y experiencias. Intentar ver las cosas desde una perspectiva diferente puede ser una poderosa herramienta contra el exceso de pensamiento.

Tómate un descanso

En lugar de sentarnos a pensar sin parar en un problema, podemos intentar permanecer en el momento presente y canalizar la energía hacia algo más enriquecedor.

Aquí tienes algunas distracciones sencillas que puedes integrar en tu vida diaria:

Incorporar estas actividades a la rutina diaria puede ayudar a romper el ciclo del pensamiento excesivo y a reducir los niveles de ansiedad con el tiempo (y con la mente despejada, suavizaremos el agarre de los pensamientos intrusivos).

Medite

La meditación y la atención plena pueden ayudar a regular las emociones mejorando la memoria de concentración y reduciendo el estrés.

El entrenamiento de la atención es una técnica meditativa que consiste en dirigir la atención hacia una tarea rutinaria cotidiana, por ejemplo, hacer la colada o fregar los platos, para desconectar de los pensamientos negativos e intrusivos.

El objetivo no es despejar la mente, sino redirigir la atención hacia otra cosa en un momento de exceso de pensamiento. Las investigaciones demuestran que meditar durante diez minutos diarios puede reducir los niveles de ansiedad y estrés. La atención plena y la meditación ayudan a mejorar el bienestar psicológico completo.

Practicar la autocompasión y la aceptación

"Cuanto más te cuides, más te darás cuenta de que estás viviendo desde tu yo futuro, lo mejor de lo que eres" - Tara Brach, Radical Compassion: Aprendiendo a amarte a ti mismo y a tu mundo con la práctica de la LLUVIA

La autocompasión desempeña un papel fundamental para dejar de pensar en exceso y cultivar una mentalidad más sana. Cuando practicamos la autocompasión, extendemos la bondad, la comprensión y la aceptación hacia nosotros mismos, especialmente en momentos de dudas o pensamientos negativos.

Al mostrarnos a nosotros mismos la misma compasión y comprensión que ofreceríamos a un ser querido, creamos una base de autoaceptación y bienestar emocional que, en última instancia, nos capacita para dominar el pensamiento excesivo, fomentar un nuevo proceso de pensamiento y promover una relación más sana con nuestros pensamientos y emociones.

Afrontar los miedos

Comprender que no podemos controlarlo todo es clave para sentirnos mejor mentalmente. Es útil buscar pequeñas oportunidades para afrontar las situaciones que nos preocupan, centrándonos en lo que realmente podemos hacer.

Dar un paso atrás y afrontar los problemas de uno en uno puede ayudarnos a dejar de pensar demasiado en cosas que no podemos cambiar. Este enfoque es importante para gestionar el exceso de pensamientos y cuidar nuestra salud mental.

Revista

Llevar un diario nos ofrece una forma de registrar nuestro estado de ánimo, niveles de ansiedad y pensamientos negativos sobre diversas situaciones. Al poner nuestros pensamientos en palabras, podemos aliviar su impacto inmediato y su intensidad.

Los diarios se convierten en nuestros aliados de confianza, ya que nos ayudan a reconocer los desencadenantes recurrentes que contribuyen a pensar en exceso. Además, en las páginas de nuestros diarios encontramos un espacio seguro para explorar perspectivas alternativas, buscar soluciones y documentar momentos de gratitud o crecimiento personal.

La práctica regular del diario puede:

  • Dar una sensación de control sobre los pensamientos y las emociones

  • Fomentar el autoconocimiento

  • Mejorar la regulación emocional

  • Fomentar el sentido de la autonomía

  • Aportar perspectiva y claridad

  • Aliviar el estrés

  • Fomentar la autoconversación positiva

Esta práctica reflexiva nos permite conocernos mejor a nosotros mismos, liberarnos del ciclo del pensamiento excesivo y allanar el camino hacia un estado mental más tranquilo y centrado.

Busque apoyo profesional

Si tus pensamientos se vuelven abrumadores y te sientes atrapado en un ciclo de pensamientos excesivos, es importante que consideres la posibilidad de buscar el apoyo de un profesional.

En algunos casos, pero no en todos, pensar demasiado puede ser un signo de problemas más profundos, como depresión o ansiedad, que pueden dificultar aún más las cosas con el paso del tiempo.

Un profesional de la salud mental puede ser un verdadero apoyo para comprender nuestros sentimientos y pensamientos, ayudarnos a averiguar qué es útil y qué no, y darnos herramientas eficaces para sentirnos mejor.

Pueden sugerir o recomendar estrategias como la atención plena o el ejercicio físico adaptadas a nuestras necesidades individuales. Es una necesidad humana básica sentirse visto y escuchado, y compartir nuestras preocupaciones con un profesional de la salud mental capacitado es un paso valiente.

Si está preparado para dar ese paso, encontrar un profesional de la salud mental que conozca terapias como la cognitivo-conductual, o un profesional sanitario que entienda la ansiedad y problemas similares, puede ser realmente útil.

Un terapeuta, por ejemplo, puede ayudarnos a ver las cosas de un modo más positivo, fomentar hábitos saludables, reconocer nuestros sentimientos difíciles y encontrar formas distintas de ver las situaciones. Se trata de encontrar el apoyo que mejor se adapte a ti.

Conclusión

Pensar demasiado y tener pensamientos negativos puede lastrar nuestro bienestar y dificultar que disfrutemos plenamente de la vida. Pero con paciencia y amabilidad hacia nosotros mismos, podemos empezar a cambiar estos patrones y cultivar una mentalidad más brillante.

Pensar de forma repetitiva y pasar demasiado tiempo dándole vueltas a preocupaciones pasadas o aleatorias puede crear un círculo vicioso de preocupación y estrés excesivos, haciendo que nos sintamos menos seguros, preparados y motivados.

Sin embargo, mediante prácticas sencillas como la atención plena, cambiar la forma de ver las cosas y ser amables con nosotros mismos, podemos desafiar estos pensamientos negativos y encontrar la paz en el momento presente.

Es importante recordar que superar el pensamiento excesivo o la preocupación incesante lleva tiempo y autocompasión. Es un proceso gradual en el que la paciencia es clave. Con práctica y persistencia, podemos aliviar gradualmente la carga del pensamiento excesivo y encontrar la paz dentro de nosotros mismos.

Probando distintas formas de ayudarnos a nosotros mismos y buscando apoyo cuando lo necesitamos, podemos aprender a gestionar los pensamientos exagerados y dar pasos para sentirnos mejor, con amabilidad y comprensión en el camino.

Preguntas frecuentes

¿Cómo puedo dejar de pensar tanto?

A veces, distraerse durante media hora puede cambiar las cosas. Da un paseo, piérdete en un buen libro o dedícate a una afición que te guste. Dar un respiro a tu mente le permite reiniciarse y adquirir una nueva perspectiva.

¿Qué tipo de técnicas de relajación puedo hacer en caso de apuro o mientras corro?

Cuando tengas poco tiempo, considera estos métodos de relajación rápida:

  • Respira profundamente: Inhala profundamente por la nariz y exhala lentamente por la boca para centrar tu atención.

  • Practica la marcha consciente: Presta atención a cada paso y a lo que te rodea para poner los pies en la tierra.

  • Practique larelajación muscular progresiva: Tensa y luego relaja distintos grupos musculares para liberar tensiones.

  • Visualice la tranquilidad: Imagínate en un entorno tranquilo para calmar tu mente.

  • Utiliza técnicas de conexión a tierra: Sintoniza con las sensaciones que te rodean, como sonidos y texturas, para volver al momento presente.

Referencias

Pensar demasiado (desambiguación) - Wikipedia

Cómo dejar de pensar demasiado | 6 consejos sorprendentes que pueden ayudarte

Cómo dejar de pensar demasiado: Consejos y estrategias

Cómo dejar de darle vueltas a todo, siempre | Calm app

25 consejos para dejar de pensar demasiado

Descargo de responsabilidad

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